Efectos de la cavitación




La expansión de la burbuja se debe esencialmente a la diferencia entre la presión en su interior y la presión del líquido circundante.




La cavitación comienza con la nucleación, es decir, el origen de espacios microscópicos que pueden formar núcleos para el crecimiento de burbujas macroscópicas que posteriormente colapsarán. Normalmente, estas se forman en la zona límite, entre el líquido y la superficie sólida con la que está en contacto, o entre el fluido y las partículas suspendidas en él.

La nucleación puede ocurrir de las siguientes maneras:

  • Homogénea, cuando los movimientos térmicos dentro del líquido constituyen temporalmente huecos microscópicos que posteriormente pueden constituir los núcleos necesarios para el crecimiento de burbujas macroscópicas.
  • Heterogénea, si se ve favorecida por la presencia de micropartículas dispersas en el fluido primario o causada por la rugosidad de las paredes del conducto que contiene el fluido.

La expansión de la burbuja se debe esencialmente a la diferencia de presión entre la presión en su interior y la presión en el líquido circundante.

Su colapso posterior comienza inmediatamente al final de la fase de expansión. La cavitación culmina en una implosión que puede causar daños graves.

Las altas tensiones que se generan en el fluido y en lo que está suspendido en él provocan la destrucción o rotura de las estructuras celulares en contacto.