La cavitación también se utiliza en diversas etapas del procesamiento del aceite.
En primer lugar, puede solucionar el cuello de botella del amasado causado por los avances técnicos introducidos en la década de 1990 con trituradoras mecánicas, carretes y centrífugas horizontales y verticales.
Varios estudios científicos han demostrado cómo la cavitación aumenta la calidad, la capacidad de trabajo y la eficiencia del sistema de extracción, garantizando su sostenibilidad. En este caso, el aparato de cavitación se coloca entre la trituradora y el decantador.
Análisis prometedores realizados en laboratorios y almazaras han demostrado cómo los sistemas básicos de cavitación han logrado aumentar el rendimiento de la extracción en aproximadamente un 10 % en comparación con los métodos tradicionales, a la vez que aumentan tanto los polifenoles totales como el contenido de clorofila en aproximadamente un 10 %. Este último valor también es detectable a simple vista gracias a un color verde mucho más intenso en comparación con los aceites obtenidos con métodos tradicionales.
Los análisis también mostraron un aumento de aproximadamente el 50 % en tocoferoles y de aproximadamente el 20 % en carotenoides.
Finalmente, las evaluaciones organolépticas de los aceites obtenidos por cavitación han mostrado un sabor armónico más intenso que el de los aceites tradicionales, percibidos como más agresivos.
Como resultado, las pruebas experimentales realizadas en una planta de almazara a escala real han demostrado un aumento simultáneo del rendimiento oleícola y del contenido de polifenoles en el aceite de oliva tratado.